Oriental feelings

Dress, Zara (new), sandals, Shimai (old), maxi earings, Zoco Marrakech (new)

Mi vuelta de Marruecos fue «vuelo directo Marrakech-Mordor», en todos los aspectos. En hora y media, pasé de estar envuelta en una luz que te atrapa, a una oscuridad que te engulle. Unos días después, imaginaros, con todo mi bajón y lloviendo a mares, me forcé a salir de casa, y lo típico, por animarme me compré este vestido. Fue puro magnetismo, compre por puro amor, y menos mal, porque es la única manera de no fallar nunca. Acerté si. Si me hubiese comprado otra cosa, lo hubiese tenido que devolver, seguro! Con semejante descentramiento mental, no se puede uno ir de compras.

Hoy puedo decir que pegué en el clavo. Fue verlo y lanzarme como un buitre, con la gran diferencia de que mi cabeza cambió el escenario de la tienda de Zara San Martín, por las callejuelas del Zoco de Marrakech, tan llenas de color, y de vida. Y te pierdes. Yo me pierdo.

Cuando me lo pongo, siento que es único, que sólo lo tengo yo porque me lo compre allí, y además «solo yo se la verdadera historia». Por eso es único, porque tiene una historia. Es curioso, de alguna manera, necesito crearme un vínculo, inventarme un cuento que me una a «todo eso». Me invento el cuento y encima me lo creo. No sé si debo preocuparme …

Bueno, el caso es que tengo un rollo montado en mi cabeza, que no sé hasta dónde me va a llevar, no sé…no sé… Hasta donde yo quiera, desde luego. Creo que terminaré escribiendo guiones de cine, películas, de amor.

Lunes, y llueve, no importa. Si pensáis en cosas así, ya no es lunes, o el lunes pasa a ser, otra historia 😉

Muaaaaa 😘😘😘😉

Pics by Iker Olano Photography