Me encanta marzo. Huele a buen rollo, a primavera, la sangre altera, y además nací yo. Todos los 26 de marzo lo celebro a lo grande porque soy de las que pienso que si no celebras el día en que naciste, no hay nada más que celebrar. El año pasado para mi cumpleaños, me regalé un blog. «Blog» es una palabra que intento omitir siempre que puedo porque la verdad es que comentas que tienes un blog y la gente, sin tener ni idea, tuerce el morro mientras piensa en voz alta «pufff, otro», o sino, te preguntan…»¿y cuantos seguidores tienes?». Debe ser lo importante, los seguidores. Prefiero referirme a este sitio diciendo lo que suelo decir, «este lugar», porque sí, esto para mí, es un lugar muy especial. Ya era especial sin existir, mientras lo tramaba, por su origen, de dónde viene, de quien surge, de ella, de Maite Calvo … mi madre.

Ayer día 28 de febrero, tuve uno de esos días de los que hacía mucho tiempo que no tenía, un mal día. Hoy no hay fotos, solo quiero escribir. Fijaros que cuando empecé con esto, dije que no iba a hacerlo, pero me encanta escribir! Es una manera de desahogarme, y aunque siga doliendo, ese dolor compartido es menos dolor. Esto es como un punto de encuentro, un lugar de conexión con vosotros. Sé qué me leéis, se que estáis ahí.

Para mi escribir es abrirse en canal, «expresar» elevado al cubo, con todas las palabras, para que los que te lean, te vean. Por eso me gusta ser clara y explícita, para que si lloro, lloréis conmigo, si me río, riáis conmigo, y si celebro algo, lo celebréis conmigo. Dicen que cuando alguien escribe a corazón abierto, hasta sus propios textos le hacen llorar. Es verdad, es así.

Ayer, quise acordarme de una frase que me dijo una amiga hace unas semana: «¿pero te das cuenta de lo que has conseguido en menos de un año?». Ayer lo hice, me paré a pensar, y me puse a llorar no sé muy bien porqué. Supongo que sentía vacío, porque cuando haces balances positivos, echas de menos a las personas que ya no están, y que deberían haber estado aquí contigo para celebrarlo. Ella me dio lo máximo que alguien te puede dar, LA VIDA.

Pero hoy lloro de emoción. De emoción porque casi apunto de cumplir un año, miro hacia atrás y veo que tengo  mucho, y no me refiero a lo material. Salud, trabajo, familia y amigos que por supuesto ya tenía, pero ahora tengo más. Tengo una pasión que llevo a cabo con todas mis ganas y sin apenas esfuerzo, porque lo vivo como nadie lo puede vivir. Tengo una motivación brutal, objetivos que se van perfilando, gente que cuenta conmigo. He conocido a «personas maravillosa» que ahora viajan conmigo, y a «gente superficial» a la que prefiero dejar atrás, pero de todo se aprende. Tengo UN PEDAZO DE LOGO QUE SURGE DE MI MADRE y que da nombre a este lugar, y esto es lo mejor que he hecho, o me han hecho en mi vida. Que a raíz de esto, hay personas que van luciendo bolsas de loneta por la calle con las iniciales de mi madre, y eso, no tiene precio!, y que gracias a ellas, Miss Clov ya es una marca. Que perdí un concurso y gané otro, que me han llamado de tiendas, que personas que no me conoce de nada me manda mensajes diciéndome cosas maravillosas que no quiero volver a repetir, que tengo gente que me apoya hasta morir, amigos que me quieren y me dicen «vas a llegar lejos», y gente que no tiene porqué quererme, que me dice «vas a llegar lejos».

Yo, Rebeca Valdivia Calvo, con dni xxx, sita en Lasarte-Oria, CERTIFICO que YA HE LLEGADO LEJOS!

Todos los marzos son especiales, pero este va a ser especialmente especial. Huele a buen rollo, a primavera, la sangre altera, además nací yo, y sobre todo, nació Miss Clov.

Estamos de aniversario colegas! Ya os iré contando cosas pero quiero terminar diciendo que, de absolutamente todo en esta vida, se saca algo positivo. Si mi madre no hubiese muerto, este lugar, no hubiese existido.

GRACIAS A TODOS! GRACIAS AMA!